NUESTRA HISTORIA

  • RESERVAR

NUESTRA HISTORIA


Nuestro fundador, el señor Pedro Satiro Pereira, inició su vida profesional, en 1962, a los 16 años, con un pequeño negocio de confección, en el Bairro Vila da Pedra, en Camboriú, municipio donde nació él y su familia.



En 1967 llegó al centro de Camboriú y construyó una tienda de telas y ropa llamada Loja Satiro, Llegaron muchos clientes del campo y de otras ciudades de la región.


Con el crecimiento del negocio, en 1974, abrió otra tienda, pero ahora en Balneário Camboriú, en Av. Brasil, Loja Sarty, donde, además de atender a los clientes locales, comenzaron a llegar muchos clientes del Mercosur.


Ante el gran movimiento de turistas, surgió la idea de construir un hotel a la entrada de la ciudad, llamado Hotel Camboriú, donde inició sus actividades en 1976, y la administración se quedó con un hermano del señor Pedro, quien lamentablemente falleció en 2002. El Hotel sigue siendo administrado por su familia.


En 1986, con gran dificultad, debido al plan cruzado, adquirieron un terreno en la avenida central, y en 1988 la familia fundó el Hotel Centromar.


La infraestructura inicial del hotel era de 48 habitaciones, y contaba con solo 8 empleados, con su entrada a la avenida central, la operación era solo en temporada alta, de octubre a abril, luego el hotel cerró.


En 2001, se inició un nuevo proyecto de expansión para el Hotel Centromar, pero debido a la crisis turística, en ese momento, la apertura tuvo lugar solo en 2010. Se amplió el número de apartamentos, hasta un total de 128 viviendas. En esta ampliación, se cambió el frente del hotel a la calle 101. Hoy en día, los clientes tienen una estructura mucho más cómoda y moderna.

No es como si fueras a poder hacerlo.

El Hotel Centromar sigue siendo administrado por la familia Pereira, siendo dirigido por sus hijos, Satiro Rodrigues Pereira Neto y Camila Maria Pereira Pires.


En homenaje al Sr. Pedro Satiro, nuestro fundador, por toda su trayectoria de superación y éxito, nombramos a la mascota del Hotel, Pedrinho. No es como si fueras a poder hacerlo.


Share by: